Cris con Arte

4 Módulos

4 clases en cada Módulo

Total de 16 clases

DURACIÓN: 90 MIN. POR CLASE

En el principio, cuando cielo y tierra eran uno, Izanagi e Izanami danzan sobre el puente celestial creando las islas del Sol Naciente. De esa unión divina surge la diosa Amaterasu, el Sol, cuyo brillo da origen a la línea sagrada del Emperador, considerado descendiente directo de los dioses.

Así nace una civilización donde el arte, la religión y el poder político son una misma energía.

El color dorado representa la luz celestial, el poder del sol y la pureza espiritual; el rojo, la fuerza vital, la protección contra el mal y el renacimiento. Ambos colores se vuelven símbolo del Japón eterno: desde los templos shinto y los lacados imperiales, hasta la bandera nacional que aún hoy encarna la energía solar de Amaterasu.

JAPÓN:

del Mito al Arte

Con el paso del tiempo, las corrientes del Confucianismo y el Budismo Zen moldean su ética, su arquitectura y su estética. Los samuráis integran la disciplina del Zen con la lealtad confuciana, y el arte se vuelve camino espiritual: el vacío del jardín, el silencio del templo, la armonía del gesto.

Pero Japón no es solo mito y contemplación: es también geopolítica, poder y resiliencia. 

Del aislamiento del periodo Edo, donde florece su arte refinado, al shock de la modernización Meiji, que lo convierte en potencia mundial.

De la tragedia de la guerra y la bomba atómica, al renacer tecnológico y cultural del siglo XX.

Y hoy, Japón se afirma como potencia creativa, diplomática y tecnológica, puente entre tradición y futuro, entre Oriente y Occidente.